El pensamiento no resuelve nuestros problemas
El pensamiento no resuelve nuestros problemas. Porque el tema es, ¿para qué utilizamos el pensamiento? ¿Para qué pensamos y para qué sentimos? Y si puede el pensamiento resolver los problemas del humano, porque cada vez que vos querés resolver algo, ¿qué decís? «Déjame pensar». Entonces, ¿puede resolver los problemas tu pensamiento?
No, porque una cosa es tu pensar y otra cosa es tu sentir. Y el que siente, el problema es tu sentimiento. Y el que piensa, es tu pensamiento. Una cosa diferente.
Confiamos en nuestro pensamiento, nuestro intelecto para resolver nuestros problemas. Pero esta no es la solución a nuestros problemas. Debemos comprender el proceso de pensar. Si queremos ir más allá de él.
La naturaleza del conflicto
Porque si este cesa, seremos capaces de resolver nuestros problemas. Porque el pensamiento es el que te causa los problemas. Sí, yo, que quienes los causan, es el pensamiento cuando comienza a pensar. Es decir, el pensamiento comienza a pensar, y comienza a pensar en lo que siente. Y ahí, empieza el problema.
Pero si vos te mantenés en silencio, no hay ningún problema. Es decir, cuando cesa el proceso de pensar, se reducen los problemas.
La quietud mental
¿Es importante el pensamiento? Para la mayoría de los seres humanos el pensamiento ha adquirido una enorme importancia. De aquí que nos preguntamos, «¿Cómo puedo existir yo sin pensar?».
Pero una mente silenciosa, no distraída, no es producto de una práctica o de un resultado o de una meditación. No podemos controlarla, no es una disciplina. Solo comprender el proceso de pensar y ver el hecho sin distracción, sin juicio, sin opinión, simplemente observar sin pensamiento, sin nuestra memoria detrás de nuestros sentidos.
Este es el estado de quietud, de quietud mental, de silencio, de silencio verdadero. Allí surge el amor. Solo este amor puede solucionar nuestros problemas.
Sabiduría práctica
Cuando la situación es buena, disfrútala. Cuando la situación no puede transformarse, transfórmate vos. Mientras la mayoría se esfuerza por cumplir sus deseos, el sabio lo que hace es disminuirlos.
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