La Atención Correcta: Cuando el Pensamiento Deja de Pensarte
Empezamos con otra virtud espiritual: la conciencia o atención correcta. Y acá viene la revelación más brutal: cuando no estás consciente, el pensamiento te piensa. No sos vos quien piensa, es el pensamiento el que te está pensando a vos.
⏰ Poseídos por el Tiempo, Ausentes del Espacio
Estás en el eje del tiempo porque estás:
- Pensando con el recuerdo en el presente (pasado)
- Imaginando en el presente (futuro)
Esto no te permite alcanzar otra dimensión, que posee otra energía y que pertenece al presente, a la conciencia. Esto es el aquí, el espacio.
Estamos tan poseídos que no nos damos cuenta que:
- El pensamiento de lucha
- De ganar
- De tener
- De preocuparte
- Todos estos estados iracundos
No pueden estar en el aquí, en el presente. Pertenecen a nuestro pasado, a nuestro conocimiento grabado, a nuestra historia personal.
🎯 Usar la Atención Correcta es Volver
Usar la atención correcta es:
- Volverte al presente
- A tus raíces
- A la conciencia
- Al silencio dentro de vos
- Y encontrar así la libertad
No le demos poder a las emociones destructivas: la ira, la preocupación, el miedo, la angustia. Son actos llevados a los extremos, cargar la mente con cosas inútiles. Todas estas no están en el presente.
🏃 La Carrera y el Presente
Mirá este ejemplo brillante:
Vos vas a correr una carrera. La carrera está en el presente. Pero ganar, ser, obtener, querer, desear la carrera… eso es tu pasado. Te han preparado para conseguir cosas y no para disfrutar del presente.
🌱 La Sabiduría de las Semillas
Los sabios ofrecían un puñado de semillas a sus discípulos y les decían:
- Sin plantar no hay cultivo
- Sin cultivo no hay cosecha
- Sin cosecha no hay sustento
- Y sin amor, ninguno de esos usos de la semilla es posible
En el momento de plantar, debemos trabajar en armonía con los elementos de la naturaleza:
- Lo primero es la paciencia: atender correctamente para saber cuándo plantar y cuándo cosechar
- En el proceso se necesitan dos virtudes: amor y humildad
- Prestar atención a las estaciones, al clima, a las tormentas
- Esperar la maduración
Eso es estar en el presente con conciencia.
🍚 «Cuando Como, Como. Cuando Duermo, Duermo»
Un discípulo pregunta al maestro: «¿Cómo te adiestrás tú en la verdad?»
La respuesta del sabio: «Cuando como, como. Cuando duermo, duermo.»
El discípulo pregunta: «¿Pero si eso lo hace todo el mundo?»
El sabio dice: «No es así. Cuando la gente come, está pensando en otras cosas. Y cuando duerme, sueña con otras cosas. En vez de cuando yo como, como, y cuando duermo, duermo. Y así me adiestro en la verdad.»
Esa es la atención correcta.
🧠❤️ La Coherencia Entre Mente y Corazón
Que la mente y el pensamiento tengan coherencia y ahí aparece la conciencia.
Una mente extraviada en el tiempo hace que el presente esté débil en el espacio, que es su verdadera dimensión. Pero cuando se fortalece la presencia en el aquí, la mente que viajaba viene de regreso a su casa.
💡 Sabiduría vs Creencia
La sabiduría es experiencia, no creencia.
- La creencia: Es una proyección mental que cree saber sin saber
- La sabiduría: Es silencio, experiencia, existencia y realidad
Ser sabio no es tener conocimiento, sino realizar actos cargados de conciencia, con una mente pura, atenta. Por eso es la atención correcta.
🗿 Inmovible Como Una Montaña
Este es un sutra de Buda Gautama:
«Veloz como una carrera, atento mientras otros duermen, un iluminado vive la vida como es. Aunque duerme, está atento y despierto, la llama está encendida en su interior.»
Ni elogios ni culpas. El viento no puede mover una montaña. Así, transferir elogios o culpas no mueven a un sabio.
🌳 La Maestría de las Raíces
Al igual que el árbol debe reforzar su agarre a la tierra para no caer con la lluvia o los vientos, nosotros debemos fortalecer nuestra postura o raíces ante el karma.
El karma es el pasado en el presente, repitiendo siempre lo mismo. ¿Por qué? Porque el que repite es el que ve las situaciones de la misma manera, porque es un programa.
Ante ese karma generado por nosotros mismos para aprender a evolucionar, necesitamos la atención correcta.
Transcripción Completa del Audio
Gustavo: Bueno Manu, ahí va lo otro. Ahora empezamos con otra virtud espiritual: la conciencia o concentración correcta o correcta atención.
Cuando no estás consciente, el pensamiento te piensa. Estás en el eje del tiempo, porque estás pensando con el recuerdo en el presente y si no imaginando en el presente, que es el pasado y el futuro. El pensamiento en el ahora y esto no te permite alcanzar otra dimensión, que posee otra energía y que pertenece al presente, a la conciencia. Esto es el aquí, el espacio. Estamos poseídos que no nos damos cuenta que el pensamiento de lucha, de ganar, de tener, de preocuparte, preocuparse, todos estos estados iracundos, etcétera, no pueden estar en el aquí, en el presente. Entonces podemos detenerlo, porque pertenecen a nuestro pasado, a nuestro conocimiento que tenemos grabado, a nuestra historia personal, pero no al presente. Al presente pertenece todo esto y si yo lo veo sin mi programa mental, que pienso y siento, entonces veo la totalidad. Ahí veo la atención correcta con todo. Ahora, si yo ya lo estoy condicionando con lo que yo siento, ya no es, eso es parcial.
Debo darme cuenta qué me hago cuando llevo mis emociones al extremo. El programa que se me ha grabado y me lo impuso la sociedad, la religión, va contra la vida, contra las leyes del universo. Y lo más grave es que debo obedecer a ese programa. Usar la atención correcta es volverte al presente, a mis raíces, a la conciencia, al silencio dentro de mí y encontrar así la libertad. No le demos poder a las emociones destructivas, a la ira, a la preocupación, al miedo, a la angustia, que son actos llevados a los extremos, cargar la mente con cosas inútiles. Todas estas no están en el presente. Vos vas a ir a correr una carrera y la carrera está en el presente. Ganar, ser, obtener, querer, desear la carrera, eso es tu pasado. Te han preparado para conseguir cosas y no para disfrutar del presente. Yo te digo, volvé a tus raíces, disfrutá del presente y toda carrera va a ser perfecta. Ahora, viví con el programa y te va a ir mal o bien dependiendo de que el programa ganó o perdió. No, vas a vivir esclavo de eso.
¿Podés seguir siendo arrastrado por esa baja vibración o trascender tu mente, tus cinco emociones y hacerte consciente, aplicar las virtudes espirituales, en este caso la atención correcta? Y hacerte consciente requiere, no de un mérito o de un juicio de nadie, sino de tu propia atención. ¿Hacia dónde se dirige tu mente? ¿Se dirige hacia dónde se dirige tu atención?
Dos. Vivir con atención en equilibrio. No debemos forzar lo que queremos, imponerlo. Cuando vivimos en el presente simplemente, reconocer lo que es, la realidad presente, pero a su vez en él debemos sembrar al yo diferente, no al que tenemos ya sembrado y grabado, un yo diferente. Los sabios ofrecían un puñado de semillas a sus discípulos para que las estudiaran y les decían que sin plantar no hay cultivo, sin cultivo no hay cosecha, sin cosecha no hay sustento y sin amor, ninguno de esos usos de la semilla es posible. En el momento de plantar, debemos trabajar en armonía con los elementos de la naturaleza. Lo primero es la paciencia, atender correctamente para saber cuándo plantar y cuándo cosechar. En el proceso se necesitan dos virtudes: amor y humildad. Prestar atención a las estaciones, al clima, a las tormentas y esperar a la maduración. Eso es estar en el presente con conciencia.
El presente, la atención correcta. Un discípulo pregunta al maestro, «¿cómo adiestras, cómo te adiestras tú en la verdad?». La respuesta de sabio es, «cuando como, como, cuando duermo, duermo». Pregunta el discípulo, «¿pero si eso lo hace todo el mundo?». El sabio dice, «no es así. Cuando la gente come, está pensando en otras cosas y cuando duerme, sueña con otras cosas». En vez de, cuando yo como, como y cuando duermo, duermo. Y así me adiestro en la verdad. Esa es la atención correcta. Que la mente y el pensamiento tengan coherencia y ahí aparece la conciencia. Cuando lo que pienso, que es el 5%, y lo que siento en lo profundo de mi corazón tienen coherencia, hablan el mismo idioma, vibran igual, entonces ahí aparece la conciencia. Una mente extraviada en el tiempo, en el ahora, que es el pasado y la proyección hacia el futuro, hace que el presente esté débil en el espacio, que es su verdadera dimensión. Pero cuando se fortalece la presencia en el aquí, la mente que viajaba viene de regreso a su casa y en el aquí, en el espacio creativo, puede unirse a la hora y ahí se nos revela la verdad, el más veloz.
Este es un sutra de Buda Gautama en el cual me inspiré para escribir esto. Veloz como una carrera, atento mientras otros duermen, un iluminado vive la vida como es. Aunque duerme, está atento y despierto, la llama está encendida en su interior. A medida que hagamos este camino, el que observa se hará carne en ti. Ya no observa el que duerme, observa lo que a él le parece. Ni elogios ni culpas. El viento no puede mover una montaña. Así, transferir elogios o culpas no mueven a un sabio, ninguna de esas cosas mueven a un sabio. Ser sabio no es tener conocimiento, sino realizar actos cargados de conciencia, con una mente pura, atenta. Por eso es la atención correcta. La sabiduría es experiencia, no creencia. Mientras que la creencia es una proyección mental que cree saber sin saber, la sabiduría es silencio, experiencia, existencia y realidad.
La maestría. Al igual que el árbol debe reforzar su agarre a la tierra para no caer con la lluvia o los vientos, nosotros debemos fortalecer nuestra postura o raíces ante el karma, que es el pasado en el presente, repitiendo siempre lo mismo, porque el que repite es el que ve las situaciones de la misma manera, porque es un programa. Entonces, ante ese karma generado por nosotros mismos para aprender a evolucionar.
El esfuerzo correcto, voluntad correcta. Este es un proceso de lucha para transformar lo que es en lo que uno quiere que ser. Entonces siempre vivís luchando, pero ese es el esfuerzo, es lo último que toca, la última de las virtudes espirituales. Te las voy a mandar todas, buenísimo.
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